En este texto, te vamos avanzando desde el primer momento, que el tema central serán las Estrías: qué son y cómo mejorarlas.
Esta alteración cutánea es bastante frecuente, y difícil de eliminar, mucho más de lo que puede pensarse a priori, afectando a los tejidos de muchas mujeres y…¡hombres también!, ya que no se trata de un tema exclusivamente femenino.
Para que comprendáis mucho mejor qué son las estrías, nos hemos propuesto analizar en el post sus causas y por supuesto, alguno de los tratamientos que pueden resultaros de ayuda, en este complejo camino.
¿Qué son estas líneas finas?
Lo que a simple vista puede entenderse como unas sencillas líneas finas, se conoce técnicamente como estrías. Se definen exactamente como una serie de alteraciones que comprenden una especie de «hundimiento» en nuestra epidermis, o lo que es lo mismo, la membrana más superficial de nuestros tejidos.
De una forma general podríamos decir que éstas se definen como marcas o cicatrices que aparecen en nuestra piel debido al estiramiento y ruptura excesiva de los tejidos.
Las podemos reconocer enseguida porque presentan un tono blanquecino y rosáceo, que se diferencia de una forma más o menos clara, con el tono de nuestra tez.
Suelen aparecer porque las fibras de elastina y colágeno se rompen, provocando en nuestra piel una pérdida de elasticidad o tensión, haciendo que aparezcan estos hundimientos que hemos añadido anteriormente.
Los motivos exactos por los que estas fibras se rompen, hoy en día se mantienen aún un poco difusos, ya que se trata de una mezcla de factores que están de alguna forma conectados entre sí; podemos distinguir principalmente tres factores, siendo los principales: los factores ambientales, endocrinos o metabólicos.
Una de las hipótesis, más aceptadas en la actualidad está relacionada con los desajustes que se producen en nuestras hormonas, que se suceden debido a las altas cantidades de hormonas o estrógenos, activándose la enzima colagenasa.
Al activarse la enzima colagenasa, los enlaces de colágenos se cortan en nuestros tejidos, haciendo que las fibras queden debilitadas.
Además a estos factores hay que sumarles un aumento de la concentración de estrógenos, incrementando a su vez el aumento de la retención de agua en nuestros tejidos, haciendo que, debido a la tensión, acabe por fragmentarse y hacer que las estrías acaben asomando por nuestra dermis.
En todo este proceso, hay que añadir una activación mucho mayor de un tipo de hormonas, que se conocen como hormonas corticosuprarrenales, las cuales comprenden un aumento la lipólisis, que a su vez, generará un aumento considerable de flacidez, favoreciendo el incremento de glucógeno, dando lugar a una reducción de colágeno y una disminución considerable de elastina.
Si tenemos en cuenta que la elastina y el colágeno, son dos de los grandes soportes de la firmeza de la piel, entonces podemos comprender porqué es tan importante, que estas sustancias naturales no se vean afectadas, ya que daremos paso a la flacidez o a la pérdida de firmeza, causando diferentes problemáticas en nuestros tejidos, como sucede con las estrías.
¿Por qué aparecen?
Las causas exactas de su aparición, como hemos indicado, aún se desconocen y no se saben a ciencia cierta, pero además de la pérdida o subida de peso repentina, también existen otros motivos:
Etapas de crecimiento
Los cambios bruscos que se suceden durante la adolescencia en nuestro cuerpo, pueden causar cambios muy repentinos en la masa muscular, haciendo que los tejidos tengan que adaptarse a estos cambios, realizando un estiramiento considerable.
Por lo tanto, la formación de estas marcas es común durante la adolescencia. Durante este período, los huesos comienzan a crecer mucho más rápido que los músculos, si la piel carece de buena elasticidad, en áreas de crecimiento activo (parte baja de la espalda, pecho o muslos), comenzará a rasgarse.
Cambios de peso
Cuando ganamos kilos de más, el tejido graso que se deposita debajo de la piel, no tiene tiempo para estirarse bajo volúmenes corporales crecientes y se rompe; incluso, esto puede suceder en varias zonas de nuestro cuerpo al mismo tiempo. De igual modo, esto también ocurre cuando perdemos peso.
Embarazo
Debido a la distensión que ocurre en la zona del abdomen, en esta etapa de embarazo, será mucho más frecuente que aparezcan estas marcas.
Una oleada activa de progesterona cambia la composición proteica del tejido conectivo de la piel, se vuelve quebradizo y frágil, y se desgarra en los lugares de mayor tensión (pecho, estómago).
Genética
Por supuesto, las estrías como tales no se transmiten a lo largo de la línea materna. Pero en herencia de la madre y la abuela puede obtener poca elasticidad de la piel. Entonces, si has visto estrías en mamá, debes comenzar a prevenir su aparición lo antes posible.
Alimentación desequilibrada
Básicamente, las estrías aparecen en el cuerpo en caso de que el cuerpo carezca de alimentos ricos en proteínas. La proteína es un material de construcción para el colágeno y la elastina, responsable de la elasticidad de nuestra piel.
Cuanto menor sea la cantidad de proteínas en el cuerpo, nuestra piel no logrará estirarse del mismo modo, aumentando la aparición de este tipo de marcas.
Deshidratación
Si no consumimos suficiente líquido, nuestra piel se vuelve seca, incluso si utilizamos cremas hidratantes o realizamos tratamientos de hidratación.
Después de todo, si no hay cierta cantidad de agua en el cuerpo, no podemos atraer la humedad del exterior y retenerla en el interior de la piel. La dermis se vuelve menos elástica cuando pierde humedad y se pueden formar estrías de una forma mucho más rápida.
Fases o procesos de formación de estrías
Una vez que nuestros tejidos se encuentran en este estado, es decir, debilitados, y notamos que estos pliegues, surcos o hundimientos han comenzado a aparecer, hay dos fases muy claras que podemos distinguir:
Primera fase o fase de hinchazón
Los vasos sanguíneos que se encuentran próximos a las áreas afectadas comienzan a segregar un tipo de sustancias, que favorecen este tono inicial rosado o rojizo que contienen estas marcas en la piel.
Este tono rojizo o rosáceo puede contar con una mayor o menor intensidad, dependiendo del estado en el que se encuentre nuestros tejidos externamente, ya que al estar dañada o afectada, debido a este deterioramiento pierde brillo, mostrándose más opaca.
Segunda fase o fase de cicatrización
En esta segunda fase comienza un proceso de regeneración, que favorece la restauración de los vasos sanguíneos de las células que se encuentran en nuestra piel, próximas a las estrías.
Al cicatrizarse el área que está afectada por estas finas líneas o marcas, el tono de éstas se transforma, dando paso en esta ocasión a un color blanco, también muy reconocible a simple vista.
Una vez que hemos pasado a esta segunda fase, será un poco más complicado deshacernos de ellas, ya que no se encontrarán dispuestas de una forma superficial, sino un poco más arraigadas o internas.
Tipos
Dependiendo de la fase en la que nos encontremos, como hemos visto estas marcas pueden contener un tono u otro, conteniendo a su vez, diferentes grados de «peligrosidad» en nuestra salud.
Hablaremos de pliegues, marcas en los tejidos potencialmente peligrosos, cuando éstos se quedan sin avanzar o progresar hacia la segunda fase, es decir, cuando no llegan a cicatrizar.
Dependiendo de cómo sea su tono o pigmentación podemos advertir tres tipos esencialmente:
1. Estrías color rojo
Surgen de una forma inicial con este tono rojizo o rosáceo una vez que los tejidos se han desgarrado; pasado el tiempo deben cicatrizar y convertirse en los pliegues blancos que estamos acostumbradas/os a ver.
Si esto no sucede, puede llegar a ser un caso que debemos tratar de una forma más profunda con un especialista, ya que puede derivar en un riesgo o problema sanguíneo.
2. Estrías color púrpura
Este tono morado, se debe a un proceso más avanzado que se conoce como edematización, producido por la hinchazón, una de las consecuencias es el aumento de la retención de líquido en nuestros tejidos. Este tipo de marca, en tono púrpura debe ser tratado del mismo modo que las marcas en tono rojo o rosado.
3. Estrías color blanco
Una vez que estas marcas ya han adquirido este tono, llegando al color blanco, podemos estar algo menos alerta, ya que aunque en esta fase eliminarlas sea un proceso más costoso o complejo, por el contrario, comprenden en este punto un menor riesgo para nuestra salud.
Es frecuente que aparezcan en etapas de embarazo y en personas, que han bajado de peso de una forma poco progresiva, adelgazando de manera rápida y brusca.
Tratamientos
La eficacia de los tratamientos que solemos realizar para este tipo de afección, está en entredicho, porque al tratarse de algo bastante personal, en cada caso concreto, dependerá del tipo de las estrías, el tiempo que lleven con nosotros e incluso su tamaño.
En este sentido, independientemente de cómos sean nuestras estrías, hay un tratamiento, que podemos llamar general, que consiste en llevar un estilo de vida saludable. Sí, porque, por ejemplo, seguir una buena alimentación, será crucial.
En cuanto a tratamientos específicos, podemos advertir diferentes métodos, para abordar este tema, siendo los más frecuentes el uso de cremas antiestrías, las fórmulas o remedios caseros y los tratamientos médicos.
Cremas anti-estrías
Los tratamientos cosméticos son unos de los más demandados, sobre todo porque podemos hacernos con una buena crema de una forma relativamente sencilla.
Las cremas anti-estrías, incluyen dos factores interesantes para mejorar de forma tópica este problema en la piel, ya que además de aportar hidratación también contienen tratamiento, que nos ayuda de una forma especifica a mejorarlas y repararlas.
Aunque, no se trata de un proceso que sea rápido, sino todo lo contrario, debemos tener muy presente que será beneficioso y podemos conseguir ciertas mejorías, pero no debemos esperar cambios espectaculares.
Si optamos por este tratamiento tópico, te aconsejamos que adquieras, de una forma preferente, un producto que cuente con componentes naturales.
Ingredientes naturales y alternativas caseras
Otra de las opciones, muy utilizadas con frecuencia, es el uso de tratamientos o alternativas caseras, ya que existen algunos componentes naturales que pueden favorecer, notablemente, a la mejoría de estas marcas.
Los más destacables, los resumimos aquí:
♥ Azúcar
Se suele utilizar como exfoliante casero natural, actuando como partículas, que ayudan a retirar de una forma suave las células muertas y las capas superficiales de los tejidos.
Podemos mezclar directamente el azúcar con aceite de almendras, consiguiendo de una forma instantánea un exfoliante casero que sumará beneficios en el proceso de regeneración de la células cutáneas.
Podemos aplicar esta receta exprés entre una o dos veces por semana, en la zona que queramos mejorar.
♥ Aceites
Los añadimos en plural, porque en este caso, hay más de un aceite que nos regalará sus beneficios para mejorar estos pliegues. Hemos querido destacar la acción del aceite de oliva, el aceite de rosa mosqueta y el aceite de almendras.
Aceite de oliva
Mejora la circulación, logrando atenuar de una forma progresiva las estrías. Sus nutrientes y antioxidantes te ayudarán a mejorarlas.
Para hacer uso del aceite de oliva, debes calentar una cantidad muy pequeña, aunque podemos ir utilizándolo, en función de la cantidad que vayamos a necesitar o la zona donde lo vayamos a extender.
Puedes optar por aplicarlo sobre la piel directamente, utilizando un pequeño algodón. Para que penetre y actúe como es debido, debemos dejarlo reposar durante una hora.
Aceite de rosa mosqueta
En algún momento de nuestra vida hemos utilizado este aceite, sobre todo las/os que tenemos la piel seca, porque una de sus mayores ventajas es la capacidad que presenta para regenerar los tejidos.
Además de favorecer esta regeneración, de una forma significativa unifica el tono haciendo que los tejidos queden con una apariencia más lisa.
El aceite de rosa mosqueta contiene una cantidad abundante de vitamina A, favoreciendo aún más a nuestros tejidos.
Aceite de almendras
Sus poderes suavizantes y sobre todo, humectantes, se conocen sobre todo entre las embarazadas, porque, el aceite de almendras, nos ayudará a prevenir la formación de estas líneas que surgen sobre la piel.
♥ Claras de huevo
Son muy ricas en aminoácidos y proteínas, siendo un excelente remedio casero que contribuye a mejorar y mitigar el tamaño y textura de estas marcas.
Bate bien las claras de huevo y colócalas sobre la zona o zonas que quieras mejorar; te aconsejamos, para que su aplicación no sea tan engorrosa, te ayudes con un pincel.
Cuando las apliques, deja que las claras reposen unos 20 minutos y una vez se hayan secado, enjuga las claras con agua fría.
♥ Aloe vera
Conocido humectante, filmógeno, el aloe vera es una de las opciones más recurrentes para calmar, aliviar y regenerar todo tipo de pieles, ya que aporta una cantidad significativa de elastina y colágeno.
La pérdida en nuestra piel de estas sustancias, hacen que surjan las estrías, así que añadirlas y que penetren en el interior de la dermis será una buena opción.
Si tienes en casa una planta, puedes extraer el gel de los tallos; en el caso de no contar con una planta de aloe vera, siempre podemos decantarnos por utilizar un gel de aloe puro, que podemos adquirir en cualquier herbolario.
♥ Zumo de limón
El zumo de limón se utiliza en tratamientos caseros para la piel, sobre todo por sus capacidades para aclarar. Podemos aplicar el zumo de un limón con suaves masajes en las áreas dañadas y más tarde, eliminarlo con agua tibia.
Tratamientos médicos
Este tipo de tratamientos, necesitarán sí o sí de la ayuda de un especialista, porque tendrán que ser revisados bajo supervisión médica.
Las dos opciones médicas más utilizadas son el láser C02 y una técnica exfoliante que se conoce bajo el término Resurfacing.
Uso del Láser C02
Este tipo de láser se utiliza tanto para eliminar las arrugas como para mejorar las estrías, además de contar con otros usos.
Su uso comprende distintas fases, logrando en la primera parte eliminar las capas más superficiales de los tejidos a tratar y una segunda parte, donde se añade vitamina A pura o ácido retinóico, ayudándonos a crear una mayor cantidad de colágeno.
Del mismo modo que sucede con el resto de tratamientos, debemos tener en cuenta qué tipo de estrías tenemos y su estado; aunque no consigamos eliminarlas por completo si que notaremos una mejoría bastante significativa, ya que este láser puede llegar a difuminarlas desde un 50 hasta un 75%.
Exfoliación mediante Resurfacing
Este segundo tratamiento médico, consiste en mantener la piel bien exfoliada, logrando unificar el tono de nuestros tejidos de una forma más general, haciendo que el tono blanco o rosado de éstas marcas se funda con el tono de nuestra tez.
El precio de este tratamiento es bastante elevado, debes tenerlo en cuenta, porque no se trata de una opción a la que todos los bolsillos puedan acceder.
Ya tenemos toda la información al completo sobre las Estrías: Qué son y Cómo Mejorarlas, ahora está en tus manos. Esperamos que desde hoy mismo, comiences a tomar cartas en este complicado asunto, ¡tu piel te lo agradecerá!.