Colágeno. Lo hemos visto mil veces es suplementos, en cremas, incluyo en rellenos inyectables, pero no nos preocupamos de él hasta que un día nos miramos en el espejo y vemos que los signos del envejecimiento hay aparecido en nuestra piel.
Es hora de conocer en profundidad al mejor aliado que te puedes echar en tu lucha contra el paso del tiempo.
¿Qué es el colágeno?
Se trata de un componente vital para la salud general del cuerpo humano (y sí, también la salud de la piel). Es la proteína más abundante de nuestro cuerpo, presente en órganos, huesos, vasos sanguíneos, músculos, piel, etc. y se podría asemejar a un ladrillo de construcción que permite a nuestras células formar otras estructuras.
Para continua con el símil de la construcción, también es la viga de soporte que mantiene las estructuras fuertes, la base que mantiene las cosas seguras y la maravilla arquitectónica que permite que las cosas altas se balanceen ligeramente sin caerse.
Es el complejo pegamento proteínico que mantiene todo unido, y las casas de nuestro cuerpo estarían en un estado bastante nefasto sin él.
¿Cómo funciona?
Hay 16 tipos de colágeno que nuestros cuerpos producen por sí mismos, pero son cuatro tipos los que hacen la mayor parte del trabajo.
- El tipo I está hecho de fibras densamente compactadas que dan estructura a la piel, huesos, tejido conectivo, cartílago y dientes.
- El tipo II consiste en fibras más sueltas para amortiguar las articulaciones.
- El tipo III apoya la estructura de los órganos, músculos y arterias.
- Y el trabajo del tipo IV es la filtración (y también se encuentra en la piel).
Y ahora toca un poco de ciencia. El colágeno comienza su vida como procolágeno, el cual comienza su vida cuando dos aminoácidos -glicina y prolina- se juntan.
Básicamente, la vitamina C tiene el papel de casamentero, poniendo la glicina y la prolina juntas para crear el procolágeno, que crece hasta convertirse en colágeno. Y viven felices para siempre durante 25 años.
Esta historia de amor de 25 años es cuando tu cuerpo produce de forma natural todo el colágeno que necesita. Entonces llegas a la marca del cuarto de siglo y esa producción comienza a disminuir.
Nuestra piel pasa de ser elástica, flexible y tersa a frágil y flácida. Nuestro cabello comienza a perder su color y fuerza. Nuestras articulaciones no son tan flexibles… ya sabes de lo que te hablo.
¿Cómo incrementar los niveles de colágeno?
¿Y ahora qué? ¿Toca resignarse a acabar como una uva pasa? Afortunadamente, puedes aumentar la creación de tu colágeno incluso después de que tu cuerpo haya decidido que ya no lo necesita.
Dieta
En primer lugar, puedes aumentar tus niveles de colágeno mediante la dieta. Toma una gran cantidad de fuentes naturales de los nutrientes necesarios para producir colágeno: vitamina C, prolina (huevos, lácteos, espárragos, setas), glicina (proteína animal) y cobre (lentejas, anacardos, semillas de sésamo).
También debes evitar el azúcar y los hidratos de carbono refinados que alteran la capacidad del colágeno para repararse a sí mismo.
Suplementos
También puedes aumentar tu ingesta con suplementos en polvo que puedes añadir a los batidos, o al café.
Si vas a tomar suplementos ingeribles, que sepas que hay dos tipos diferentes de colágeno en este momento: el colágeno hidrolizado y el colágeno gelatinoso.
Ambas formas consisten en tipos de colágeno en los que las grandes estructuras proteicas se han descompuesto en péptidos más pequeños, lo que facilita su absorción por parte del cuerpo.
La mayor diferencia entre el colágeno hidrolizado y el gelatinoso es que el primero no se gelifica cuando se mezcla con el líquido, mientras que el segundo sí lo hace. Ten esto en cuenta cuando elijas una formulación o tu batido de desayuno se convertirá en una capa gelatinosa.
Cremas
Cuando se trata del cuidado de la piel, puedes aplicar productos que contengan la proteína de manera tópica, como estas cremas con colágeno. Pero ten en cuenta que no va a funcionar de la misma manera que el colágeno producido de forma natural o ingerido.
Dado que el colágeno es una proteína grande con grandes moléculas, no puede penetrar la barrera de la piel. En su lugar, actúa como humectante, reteniendo la humedad y manteniéndola en la piel para que esté súper hidratada y resplandeciente.
Lo que sí puedes hacer es buscar productos que contengan péptidos, vitaminas y antioxidantes que puedan aumentar el suministro de colágeno y restaurar la elastina, como la de Nezeni Cosmetics.
Evita dañarlo
Ahora que ya sabes cómo aumentarlo, debes saber cómo puedes dañarlo para evitarlo lo máximo posible.
La contaminación y los radicales libres son los principales enemigos de la producción de colágeno y elastina, pero no son los únicos. El azúcar también daña las proteínas, debilitando el colágeno y haciéndolo quebradizo.
Los rayos UV dañan el colágeno que se encuentra en la dermis, haciendo que se descomponga. ¡Por eso es tan importante protegerse con un protector solar!
La combinación de químicos en el humo del tabaco daña el colágeno y la elastina. La nicotina también estrecha los vasos sanguíneos reduciendo la fluidez del oxígeno y nutrientes a la piel. Si quieres una piel sana y rejuvenecida ¡deja de fumar!