En la naturaleza existen decenas de moléculas, pero los que más atención generan son aquellos que forman parte de las proteínas, los que son la estructura básica de estos polímeros.
En total, solo son unos 20 los aminoácidos diferentes que componen las proteínas. A la clasificación habitual de estos compuestos atendiendo a la capacidad del organismo de sintetizarlos por sí mismo, donde se diferencia entre esenciales y no esenciales, se suma también otra forma de clasificarlos, atendiendo al tipo de cadena lateral que poseen.
Son moléculas compuestas por un átomo de carbono central que está enlazada a un átomo de hidrógeno, un grupo carboxilo, un grupo amino y una cadena lateral.
Así, distinguimos entre diferentes grupos de moléculas de este tipo, tales como alifáticos, azufrados, hidroxilados, destacando entre ellas en este post, las aromáticas. En este texto nos centraremos por completo en los Aminoácidos aromáticos ¿qué son y para qué sirven?.
¿Cuáles son los aminoácidos aromáticos?
Las dos grandes clasificaciones de este tipo de moléculas se dividen en esenciales y no esenciales. Son tres los proteicos de este tipo: el triptófano y la fenilalanina, esenciales; y la tirosina, la esencial.
En el caso de la tirosina no es esencial, porque se puede sintetizar en el organismo a partir de la hidroxilación de la fenilalanina.
¿Por qué se llaman así?
Estos monómeros se denominan aromáticos porque en su estructura, en su cadena lateral, poseen un anillo de benceno. Son relativamente apolares (hidrofóbicos).
De los tres que hemos mencionado unas líneas más arriba, la fenilalanina es el menos hidrofóbico y el más reactivo. Por norma general, las moléculas que poseen un anillo fenílico o de benceno se denominan aromáticas.
Principales funciones: para qué sirven
Entre los tres monómeros, los más importantes son la fenilalanina y el triptófano, que son esenciales. Esto significa que hay que acudir a fuentes externas de ingesta, pues el organismo no es capaz de sintetizarlos por sí mismo.
Sin embargo, los tres son importantes pues juegan una función fundamental en la formación de tejidos musculares, de fibras musculares lisas y estriadas, en hacer posible la contracción muscular y para mantener un equilibrio adecuado del resto de aminoácidos en el organismo.
Además de esto, los aminoácidos aromáticos actúan como precursores de otros metabolitos imprescindibles para diferentes funciones del organismo. Un ejemplo claro es la fenilalanina, que actúa como precursor de la tirosina.
Beneficios y propiedades de los aminoácidos aromáticos
De manera individual, cada aminoácido de este tipo está especializado o posee funciones específicas. Así, la fenilalanina interviene en la producción de colágeno para la piel y el tejido conectivo, así mismo participa en la formación de algunas hormonas neuronales y es precursor no sólo de la tirosina, también de la dopamina o las catecolaminas.
El cerebro hace uso de este aminoácido para liberar noradrenalina, una hormona que regula el metabolismo energético. Mediante este neurotransmisor, el cerebro transmite señales para manteneros activos y vitales en situaciones de peligro que requieran acción – reacción.
El triptófano posee propiedades relajantes. Como la fenilalanina, participa en la síntesis de hormonas, en este caso la serotonina, que induce a la tranquilidad, el sueño reparador y reduce la ansiedad y la depresión.
Este aminoácido es frecuente en suplementos indicados para mejorar el descanso. Otro beneficio interesante del triptófano es que contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico y es una buena solución para evitar migrañas persistentes.
Por su parte, la tirosina ejerce un papel fundamental en el metabolismo general. Es precursor de la adrenalina, la dopamina y la acetilcolina, compuestos químicos que regulan el estado anímico y estimulan el metabolismo y el sistema nervioso.
Niveles suficientes de tirosina suprimen la ansiedad y activan mecanismo para reducir el apetito y la grasa corporal. Por otra parte, este aminoácido ayuda en la producción de melanina (el pigmento responsable de la coloración de la piel) y suele ser eficaz para tratar problemas como al depresión o la fatiga crónica.
Cómo y cuándo tomarlos
El mejor modo de incorporarlos al organismo es mediante una dieta completa y equilibrada. Los alimentos más ricos en estos aminoácidos y en el resto de monómeros proteicos son aquellos ricos en proteínas: carnes, pescados, huevos, leche y derivados, soja, etc.
Con una dieta rica en proteínas pero equilibrada con el resto de nutrientes se garantiza la ingesta suficiente de estos aminoácidos.
Sin embargo, muchas personas acuden a suplementos nutricionales ricos en aminoácidos, bien porque siguen una dieta vegetariana que no incluye suficientes alimentos proteicos o requieren de complementos externos en forma de vitaminas y aminoácidos, porque padecen alguna patología o, como tercer caso, porque quieren aumentar su rendimiento deportivo o intelectual.
A diferencia de otros aminoácidos, como los BCAA, los aromáticos no son los más idóneos para mejorar el rendimiento deportivo, de ahí que se utilicen para potenciar otros efectos en el organismo como garantizar un mejor descanso o dejar de sufrir problemas de ansiedad y estrés.
En caso de tomarlos en forma de suplementos, lo habitual es encontrar este producto en forma de comprimidos, y las recomendaciones pasan por tomar una cápsula al día con suficiente agua, en cualquier momento de la jornada.
Efectos secundarios de los aminoácidos aromáticos
Siempre que se tomen siguiendo la dosis recomendada y bajo las indicaciones de un profesional de la salud, no suelen provocar efectos secundarios.
No obstante, cuando se lleva a cabo un consumo inadecuado pueden aparecer algunos efectos nocivos de cierta importancia, que desaparecen cuando se recupera la dosis habitual.
En el caso de la tirosina, sus efectos adversos son las molestias gastrointestinales, vómitos, diarrea y sensación de nerviosismo. La fenilalanina, consumida de manera irresponsable, puede provocar aumentos en la presión arterial y una mayor sensación de ansiedad.
El triptófano puede generar efectos nocivos leves como ardor de estómago, eructos, flatulencia, vómito, pérdida de apetito, dolor de cabeza o sensación de mareo.
Contraindicaciones
Con respecto a las contraindicaciones, mención especial merece la fenilalanina, que puede interactuar con algunos medicamentos utilizados para tratar el Parkinson.
Así mismo, las personas que desarrollan fenilcetonuria, condición del organismo cuando es incapaz de dividir este aminoácido, tampoco deben tomar suplementos de este tipo.
No se deben combinar suplementos de fenilalanina con antidepresivos recetados, pues esto puede dar lugar a peligrosas subidas de presión arterial.
Con el triptófano existen algunas limitaciones. No debe ser consumido por personas con patologías hepáticas o renales, salvo prescripción médica.
Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia han de evitar el uso de estos suplementos, al igual que las personas que presenten niveles elevados de serotonina.
Como aspecto curioso, las personas que manejan maquinaria pesada han de prestar especial atención con el triptófano, pues puede causar somnolencia.
La tirosina está limitada para personas que padezcan problemas de tiroides, pues su efecto sobre esta glándula puede suponer un riesgo para su salud.
En cualquier caso, antes de iniciar la ingesta de aminoácidos aromáticos, es aconsejable atender las indicaciones de un médico, pues estos suplementos pueden interaccionar con algunos medicamentos, provocando efectos nocivos para la salud.
Ahora, tras leer este post de Aminoácidos Aromáticos ¿Qué son y Para Qué Sirven?, ya tienes más información. Recuerda que lo más importante es atender a tu salud ♥.