Como sabemos, los aminoácidos son compuestos orgánicos que se combinan entre sí para formar proteínas. Las proteínas son nutrientes fundamentales para el organismo, pues participan en numerosas funciones vitales.
Las proteínas, al ser digeridas o descompuestas mediante procesos catabólicos, dan lugar a los aminoácidos, que se utilizan para descomponer alimentos, crecer, reparar tejidos corporales y otras muchas funciones. Así mismo, los aminoácidos también son utilizados por el organismo para dar lugar a proteínas mediante procesos anabólicos.
Aunque existen muchas formas de clasificar a los aminoácidos, la más conocida de ellas es diferenciarlos entre esenciales y no esenciales. Los aminoácidos esenciales son los que el cuerpo humano no es capaz de sintetizar por sí mismo, mientras que los no esenciales son aquellos que sí puede sintetizar el organismo por sí mismo.
Esenciales vs. No esenciales: ¿Cuál es la diferencia?
La principal diferencia entre estos aminoácidos, esenciales y no esenciales, es que el organismo no es capaz de sintetizar algunos de ellos, los esenciales, y por tanto, deben ser ingeridos a través de la alimentación.
Los aminoácidos no esenciales, si bien el organismo es capaz de generarlos por sí mismos, también se integran al cuerpo mediante la dieta.
Existen también una serie de aminoácidos que se consideran condicionalmente esenciales o semiesenciales. Estos compuestos por lo regular no son esenciales, excepto en momentos de enfermedad y estrés o en algunas etapas vitales, como ocurre con la arginina, que neonatos y niños no son capaces de sintetizar.
Esenciales: ¿Cuáles son?
Los aminoácidos esenciales son: isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano, valina y la histidina.
Los aminoácidos esenciales son los más relevantes porque su carencia en el organismo limita el desarrollo del mismo, ya que este por sí mismo no puede sintetizarlos.
¿Para qué sirven?
Cada aminoácido participa en algunas funciones vitales, y en algunos casos, la combinación de muchos de ellos produce beneficios para el organismo. Así, la histidina, que es condicionalmente esencial en niños, interviene en el crecimiento y en la reparación de tejidos y es necesaria para la reparación de glóbulos rojos y blancos en la sangre.
En el caso de la isoleucina, está muy relacionada con las funciones del sistema circulatorio, pues actúa en la formación de hemoglobina y regular en nivel de azúcar en sangre.
Algo parecido ocurre con la leucina, que reduce los niveles de azúcar en sangre, además de facilitar la cicatrización del tejido muscular y aumentar la producción de la hormona del crecimiento.
La lisina interviene en la absorción de calcio y en la formación de colágeno, de modo que es un aminoácido imprescindible para los sistemas óseo y muscular. En la suplementación deportiva, es frecuente encontrar productos que incluyen arginina, ornitina y lisina.
Las funciones vitales de los aminoácidos esenciales son muy numerosas, pues la metionina funciona como antioxidante y ayuda a mantener la salud en estructuras corporales como la piel, las uñas y el pelo.
La fenilalanina, como la lisina, es esencial en la formación del colágeno, y es responsable de la producción de noradrenalina, una sustancia que participa en la transimisión de señales en el sistema nervioso.
La treonina regula la cantidad adecuada de proteínas en el cuerpo, mientras que el triptófano es un relajante natural que alivia el insomnio y previene episodios de ansiedad y depresión.
Por último, la valina es necesaria para el matabolismo muscular, pues acelera la reparación de tejidos.
Alimentos ricos
Los alimentos más ricos en aminoácidos son aquellos que incluyen gran porcentaje de proteínas entre sus nutrientes.
Las proteínas de alto valor biológico se encuentran en los alimentos de origen animal, siendo las principales fuentes de proteína la carne, el pescado, los huevos y los lácteos y derivados.
En menor medida, los alimentos de origen vegetal también aportan aminoácidos, pero carecen de algunos de ellos esenciales. Así, las legumbres, especialmente la soja, los frutos secos, los cereales y las frutas y hortalizas también presentan niveles suficientes de lo que se denominan proteínas de bajo valor biológico.
Por qué son importantes para la musculación
Los aminoácidos esenciales son vitales para la práctica deportiva y la musculación porque los músculos están compuestos esencialmente por proteínas. El organismo, al no poder elaborar por sí mismo, aminoácidos esenciales, debe recurrir a fuentes externas, la alimentación.
Cuando practicamos deporte, el desgaste muscular debe ser recompensado con un aporte suficiente de proteínas y aminoácidos. Si esto no sucede así, tras el entrenamiento o la práctica deportiva, el organismo, al no recibir suficiente ingesta de proteínas para cubrir las necesidades vitales, comenzará a catabolizar las proteínas, reduciendo el porcentaje de masa muscular.
Entre los aminoácidos esenciales para potenciar la musculación, además de la ya mencionada lisina, destacan los aminoácidos ramificados. Conocidos por sus siglas en inglés BCAAs, este grupo incluye a leucina, isoleucina y valina, que participan en la regeneración muscular tras los entrenamientos de alta intensidad.
No esenciales: ¿Cuáles son?
Los aminoácidos no esenciales son: alanina, arginina, asparagina, ácido aspártico, cisteína, ácido glutámico, glicina, cisteina, prolina, serina y tirosina.
Algunos de ellos son condicionalmente esenciales en algunas situaciones: la arginina, la cisteína, la glutamina, la tirosina, la glicina, la prolina y la serina. También es condicionalmente esencial la ornitina.
¿Para qué sirven?
Estos compuestos no deben ser ingeridos obligatoriamente a través de la dieta, pues el organismo es capaz de sintetizarlos por sí mismo, pero aun así es importante mantener una dieta completa y equilibrada que incluya alimentos ricos en proteínas de alto valor biológico.
Los aminoácidos no esenciales participan en numerosas funciones vitales y metabólicas. El ácido glutámico es imprescindible para el sistema nervioso central, pues actúa como estimulante del sistema inmunitario. Por otra parte, también ayuda a la síntesis proteica.
Otro aminoácido con funciones similares es la asparagina, importante en los procesos del sistema nervioso central. Así mismo, colabora en la síntesis de amoniaco y proteínas.
La arginina estimula la liberación de hormonas del crecimiento y favorece la circulación fluida de la sangre, lo que lo convierte en un aminoácido muy común en la suplementación ergogénica.
Por su parte, la serina es clave en la metabolización de las grasas, para el sistema inmunológico y para la formación de algunos neurotransmisores. Diferentes propiedades presenta la alanina, que participa en algunos procesos metabólicos muy importantes en el organismo, como mantener el nivel óptimo de glucosa y favorece la función cerebral.
La tirosina, para las personas que sufren trastornos de tiroides, es imprescindible, pues reduce los síntomas. Este aminoácido es también relevante para reducir la sensación de estrés, apetito y sueño.
En el caso de la cisteína, protege la salud de la piel y el pelo y participa en la reparación de estas estructuras cuando están dañadas por heridas o quemaduras.
Otros aminoácidos no esenciales tiene propiedades depurativas, ese es el caso de la glicina, que actúa en el hígado formando las sales biliares. Sus funciones no se limitan a esa, pues como la arginina, interviene en la produción de hormona del crecimiento. El ácido aspártico ayuda a la eliminación de toxinas a través del riñón y el
hígado y reduce el nivel de amoniaco en sangre después del ejercicio físico.
La prolina, como la lisina, es fundamental para la síntesis de colágeno. Igualmente, es importante para fortalecer el corazón y mejorar la salud de la piel.
La cisteína es un antagonista de los radicales libres, de modo que es vital para prevenir la oxidación celular y el envejecimiento. Otras funciones son la pérdida de grasas y la producción de masa muscular.
¿Son realmente importantes?
Estos compuestos son menos importantes que los aminoácidos no esenciales, pues en condiciones de salud suficiente, el organismo es capaz de fabricar estos monómeros. Sin embargo, esto no quiere decir que no sea relevante ingerirlos mediante la dieta, fundamentalmente, o a través de suplementos dietéticos y alimenticios.
La suplementación de determinados aminoácidos puede resultar especialmente interesante para deportistas que quieran mejorar su rendimiento o potenciar sus habilidades, personas que padecen alguna enfermedad, o bien personas que siguen dietas específicas con las que no acceden a proteínas de alto valor biológico.
Algunos de los aminoácidos no esenciales son precursores de otros esenciales, o bien, derivados de estos, de modo que es importante que el organismo sea capaz de sintetizar estos monómeros en suficiente cantidad.
La práctica de ingerir aminoácidos no esenciales mediante dieta o suplementación externa es interesante pues ayuda al organismo a compensar ciertas carencias nutricionales y metabólicas o bien a mantener un buen estado de salud general potenciando estructuras como el sistema digestivo, el sistema nervioso, el sistema inmunológico o los sistemas óseo y muscular.