Celulitis bacteriana: Qué es y cómo tratarla

Todos sabemos lo que es la celulitis de forma visual, es decir, sabemos que se ven como hoyuelos o relieve en la piel y sabemos que sobre todo aparece en las zonas más propensas de padecer acumulación de grasa, en cualquier caso son en los muslos y el glúteo, aunque también la podemos encontrar de forma mucho más rara como celulitis facial.

La presencia de esta afección no solo depende de si pesamos más o pesamos menos, ya que todo el mundo por muy delgado que esté acumula la grasa de forma más localizada en alguna zona en concreto, aunque es cierto que cuanto más grasa en el cuerpo más acumulación de ésta habrá.

Pero además de ese factor, estos hoyuelos también aparecen cuando hay una mala circulación en el cuerpo o incluso cuando nuestro organismo retiene mucho líquido, por lo tanto determinar el origen de ésta es a veces algo más complejo de lo que parece.

Ahora bien, cuando hablamos de celulitis bacteriana no nos referimos a las típicas hendiduras frecuentes y más superficiales, sino que se trata de una afección algo mayor, ésta aparece cuando una infección bacteriana afecta a las capas superiores de la dermis, de forma que irrita la zona y la inflama, causando además dolor.

Está claro que nada tiene que ver una patología con otra, es por ello que en ésta última debemos tener más cuidado y consultar al médico si intuimos que podemos padecerla. Aún así vamos a hablar más a fondo sobre ella para conocer sus causas y posibles tratamientos.

Celulitis infecciosa

¿Cómo detectar la celulitis infecciosa o bacteriana?

Esta afección la podemos llamar tanto infecciosa como bacteriana y es una infección de la piel y de los tejidos que se encuentran debajo de ella. A diferencia del impétigo, que es una infección cutánea muy superficial, la bacteriana es un contagio de la piel que también afecta a las capas más profundas de ésta: la dermis y el tejido subcutáneo.

Las principales bacterias responsables de la celulitis infecciosa son el estreptococo y el estafilococo, las mismas que pueden causar impétigo y otras enfermedades. O incluso algunas veces, otras bacterias (por ejemplo, Hemophilus influenzae, Pneumocococcus y Clostridium) también pueden causarla.

La celulitis bacteriana es bastante común y afecta a personas de todas las razas y edades. Hombres y mujeres parecen estar igualmente afectados, por lo que en este caso no son las mujeres las que con más frecuencia suelen manifestarla (como en el caso de los hoyuelos comunes)

Aunque es cierto que como hemos dicho puede ocurrir en personas de cualquier edad, es más común en personas de mediana edad y ancianos, pero es importante conocer que esta afección bacteriana no es contagiosa.

Ahora bien, algo muy importante y que debemos tener en cuenta es que si no se trata, la infección puede propagarse y poner en peligro la vida, por lo tanto debe buscar ayuda médica inmediatamente si experimenta los síntomas de la celulitis bacteriana.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor y sensibilidad en el área afectada.
  • Enrojecimiento o inflamación de la piel.
  • Una llaga o erupción cutánea que aparece y crece rápidamente.
  • Una apariencia apretada, brillante e hinchada de la piel.
  • Sensación de calor en el área afectada.
  • Un área central que tiene un absceso con formación de pus.
  • Fiebre.

Algunos síntomas comunes de una infección de celulitis bacteriana más grave son:

  • Frío.
  • Una sensación de incomodidad.
  • Fatiga.
  • Mareos.
  • Aturdimiento.
  • Dolores musculares.
  • Piel caliente.
  • Transpiración.

Síntomas como los siguientes podrían indicar que la celulitis bacteriana se está propagando:

  • Somnolencia.
  • Letargo.
  • Rayas rojas en la piel.

Si sufre alguno de los últimos síntomas debe ponerse en contacto con su médico inmediatamente.

Causas y factores de riesgo de la celulitis bacteriana

La causa de esta afección es cuando las bacterias entran a través de una grieta o corte en la piel, comúnmente causada por las bacterias Staphylococcus y Streptococcus, que ya nombrábamos anteriormente (aunque puede ser cualquiera de las otras también)

Las lesiones cutáneas como cortes, picaduras de insectos o incisiones quirúrgicas son comúnmente sitios de infección. A pesar de ellos hay ciertos factores que también aumentan el riesgo de desarrollar esta patología, como son los siguientes.

Los factores de riesgo comunes:

  • Un sistema inmunológico debilitado.
  • Afecciones cutáneas que causan rupturas en la piel, como eczema y pie de atleta.
  • Uso de drogas intravenosas.
  • Diabetes.
  • Antecedentes de celulitis bacteriana.

¿Cómo es su diagnóstico?

El médico generalmente puede diagnosticarla a primera vista, pero llevará a cabo un examen físico para determinar el alcance de la afección. Esta prueba podría revelar:

  • Hinchazón de la piel.
  • Enrojecimiento y calor del área afectada.
  • Ganglios inflamados.

Dependiendo de la gravedad de sus síntomas, su médico puede querer controlar el área afectada durante unos días para ver si el enrojecimiento o la inflamación se extiende o puede mandar un tratamiento inmediato. 

Para comprobar que tipo de bacteria es la que está infectando la piel, el médico llevará a cabo un análisis de sangre o un cultivo de la herida para detectar la presencia de microbios y su origen. 

Celulitis infecciosa

¿En qué consiste el tratamiento?

El médico generalmente prescribe un régimen de antibióticos orales de 10 a 21 días para tratar la celulitis bacteriana. Es importante tener en cuenta que incluso si los síntomas mejoran en pocos días, es importante tomar todos los medicamentos recetados para asegurar un tratamiento adecuado.

Mientras esté tomando antibióticos, revise su piel para ver si los síntomas mejoran. En la mayoría de los casos, los síntomas mejorarán o desaparecerán en unos pocos días.

En algunos casos, se prescriben analgésicos y ademas debe descansar hasta que los síntomas mejoren.

Póngase en contacto con su médico inmediatamente si no responde al tratamiento dentro de los tres días siguientes al inicio de una ronda de antibióticos.

La celulitis bacteriana debe desaparecer entre siete y diez días después del inicio de los antibióticos.

Puede ser necesario un tratamiento más prolongado si la infección es grave. Esto último puede suceder si usted tiene una enfermedad crónica o si su sistema inmunológico no está funcionando adecuadamente.

Las personas con ciertas condiciones médicas y factores de riesgo preexistentes pueden necesitar permanecer en el hospital para observación durante el tratamiento. Su médico puede aconsejarle la hospitalización si usted lo desea, estos casos suelen ser los siguientes:

  • Tiene alta temperatura (fiebre alta).
  • Presenta presión arterial alta.
  • Tiene una infección que no mejora con antibióticos.
  • Tiene un sistema inmunológico comprometido debido a otras enfermedades.
  • Requiere antibióticos intravenosos cuando los antibióticos orales no funcionan.

Cómo diferenciar la celulitis infecciosa de la erisipela

Finalmente, es bueno recordar que la celulitis bacteriana presenta una sintomatología muy similar a la de una infección bacteriana particular llamada erisipela. Para los que no la conozcáis la erisipela es una infección, pero en este caso afecta sobre todo a la parte superior de la piel, la dermis, y no se limita a las extremidades inferiores solamente, sino que también suele aparecer en la cara. 

Sin embargo la infecciosa o bacteriana suele afectar solamente a las extremidades inferiores.

Las erisipelas afectan al sistema linfático

Una erisipela es casi siempre causada por β-estreptococos hemolíticos (principalmente del grupo A), menos frecuentemente por estafilococos (en el pus S.aureus es el patógeno más probable). Ciertos síntomas permiten sacar conclusiones sobre otros patógenos. Por ejemplo, la crepitación («crujido») durante la palpación del enrojecimiento o hinchazón es sospechosa de la formación de bacterias gaseosas (por ejemplo, bacilos Gram-negativos), mientras que un olor dulce puede indicar Clostridia o Pseudomonas.

Al igual que con la celulitis, las piernas son las más afectadas, pero hay algunas diferencias entre ellas muy claras como son las siguientes:

  • A diferencia de la celulitis, el eritema que causa la erisipela es muy limitado y de color rojo intenso (de ahí el popular término «rosa de las heridas»), las lesiones cutáneas pueden ser sublimes.
  • En la erisipela es típico también el compromiso del sistema linfático con la linfangitis y los ganglios linfáticos regionales dolorosos.
  • Las erisipelas faciales en forma de mariposa son una manifestación clásica pero poco común.

Posibles complicaciones de la celulitis bacteriana

Algunas veces (poco frecuentes), esta afección puede propagarse por todo el cuerpo, entrando en los ganglios linfáticos y en el flujo sanguíneo. En casos raros, puede entrar en capas más profundas de tejido. Las posibles complicaciones que pueden ocurrir son:

  • Una infección en la sangre.
  • Una infección ósea.
  • Una inflamación de los vasos linfáticos.
  • Muerte de tejido o gangrena.

Cómo podemos prevenirla

Si tiene una ruptura o herida en la piel, límpiela inmediatamente y aplique un ungüento antibiótico regularmente o el que le prescriba su médico.

Cubra la herida con un vendaje y cámbiela diariamente, hasta que se forme una costra. Observe sus heridas para ver si hay enrojecimiento, secreción o dolor. Estos síntomas pueden indicar una infección.

Las personas con mala circulación o que tienen afecciones preexistentes que los ponen en riesgo de padecer celulitis bacteriana deben tomar precauciones adicionales, incluyendo:

  • Mantenga la piel húmeda para evitar que se agriete, para ello utiliza cremas hidratantes.
  • Trate las infecciones superficiales de la piel con prontitud, como el pie de atleta.
  • Use equipo de protección cuando trabaje o juegue.
  • Inspeccione los pies diariamente en busca de signos de lesión o infección.

Celulitis infecciosa

Como podéis ver, la celulitis bacteriana es una afección más grave que los simples hoyuelos comunes, por lo tanto debemos estar mucho más pendiente de los síntomas y tratarla lo más rápido posible. Mantén la calma y no entres en pánico, pero no tardes en acudir a un profesional de la salud para revertir ese daño cuanto antes.

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