Espirometría: ¡Controla y evalúa la salud de tus pulmones!

En el último artículo te hablamos de la trascendencia y de los beneficios que tiene una prueba de esfuerzo (ergometría) en todos aquellos corredores y deportistas que entrenan y compiten de forma habitual. Si lo recuerdas, el test de esfuerzo es uno de los ejes principales en cualquier revisión médica  general de carácter deportivo.

Pues bien, en estos exámenes médico-deportivos también se incluye otra prueba que tiene especial interés para quienes practican deporte de forma asidua: la espirometría. ¿Quieres saber en qué consiste y por qué es importante para deportistas de resistencia como los corredores? Si tienes pensado realizarte un chequeo médico próximamente, seguro que te interesa lo que te contamos a continuación. ¡Empezamos!

¿Qué es una espirometría?

La espirometría es una técnica que determina la capacidad pulmonar total de una persona, es decir, mide el volumen de aire que esta puede inspirar y exhalar de sus pulmones y la rapidez con la que puede mover dicho aire.

Así pues, comparando la cantidad de aire que puede mover una persona con los valores de referencia se puede establecer si la función respiratoria es normal o bien hay alguna alteración.

pasar espirometria en valores normales

Hay que tener en cuenta que la espirometría no siempre muestra directamente cuál es el problema pulmonar, sino que proporciona un patrón respiratorio característico que, según sus características, dará una información muy valiosa al médico para hacer un posible diagnóstico junto a los resultados obtenidos en otras pruebas complementarias.

La espirometría puede ser útil para diagnosticar el asma o dar indicios de ciertas enfermedades pulmonares obstructivas crónicas como el enfisema o la bronquitis crónica, incluso indicando en qué fase se encuentran.

También es una excelente herramienta de control para quienes presentan trastornos pulmonares crónicos. Si al comparar los resultados de dos espirometrías se observan cambios significativos, el médico deberá buscar una solución antes de que el problema respiratorio empeore todavía más.

La espirometría constituye, junto a la ergometría, una de las técnicas más eficientes para valorar el funcionamiento de los pulmones y descartar alteraciones respiratorias que puedan limitar el rendimiento en corredores y deportistas.

Procedimiento de la prueba

La realización de la prueba se hace con un espirómetro, un instrumento que mide el flujo de aire registrando cuánto dura cada inhalación y exhalación y cuánto volumen de aire se mueve dentro y fuera de los pulmones. Para obtener los datos, la persona debe soplar varias veces a un tubo en forma de boquilla que se inserta en el espirómetro.

A lo largo de toda la prueba, el espirómetro está conectado a un software informático que recopila todos los datos que se obtienen del procedimiento y los traslada a una gráfica que se conoce como espirografía, la cual proporcionará toda la información que el médico necesita para determinar si la función respiratoria es normal o no.

Según como se haga la exhalación, hay dos tipos de espirometrías: simple y forzada.

  • Espirometría simple: la espiración es lenta y controlada. Se solicita a la persona que inspire muy profundamente intentando coger todo el aire posible. Después debe sacar todo el aire que pueda de sus pulmones tanto tiempo como requiera. Se utiliza para medir el volumen de aire que entra y sale de los pulmones y para saber el máximo que puede entrar y salir.
  • Espirometría forzada: la espiración es rápida y brusca. Tras hacer una inspiración máxima, la persona deberá sacar todo el aire en el menor tiempo posible y terminar con una inspiración forzada. Sirve para medir cuánto aire se puede expulsar por segundo. Este tipo de espirometría es más útil para estudiar y detectar posibles patologías respiratorias.

Para realizar una espiración correcta se debe intentar sacar la máxima cantidad de aire posible, es decir, hasta al punto que la persona no sea capaz de expulsar más.

Parámetros espirométricos

Como decíamos, los datos recogidos por el espirómetro son llevados a un programa informático que se encarga de analizarlos y representarlos en forma de gráfica. Estos nos darán una idea general de cuál es la capacidad pulmonar de la persona ya sea en una situación de espiración lenta (espirometría simple) o rápida (espirometría forzada). Vamos a ver cuáles son las variables analizadas en cada tipo de protocolo:

1 – Espirometría simple

  • Volumen corriente (VC): Expresa el volumen de aire que se mueve dentro y fuera de los pulmones durante una respiración no forzada. También se conoce como volumen tidal (VT).
  • Capacidad inspiratoria (CI): Máxima cantidad de aire que se puede inspirar.
  • Volumen de reserva inspiratoria (VRI): Corresponde al máximo volumen de aire que se puede inspirar más allá del volumen corriente. Se obtiene a través de la resta entre la capacidad inspiratoria (CI) y el volumen corriente (VC).
  • Volumen de reserva espiratoria (VRE): Corresponde al máximo volumen de aire que se puede espirar más allá del volumen corriente.
  • Capacidad vital (CV): Hace referencia al volumen total que mueven los pulmones, es decir, la máxima cantidad de aire que una persona es capaz de expulsar después de realizar una inhalación máxima. Se obtiene a partir de la suma del volumen corriente (VC) y los volúmenes de reserva inspiratoria y espiratoria (VRI y VRE).
  • Volumen residual (VR): Es el volumen que queda en los pulmones tras una espiración máxima.
  • Capacidad residual funcional (CRF): Mide el volumen de aire que permanece en los pulmones después de una espiración normal. Es la suma del volumen de reserva espiratorio (VRE) y el volumen residual (VR).
  • Capacidad pulmonar total (CPT): Parámetro que expresa la cantidad total de aire que pueden contener los pulmones. Se obtiene sumando la capacidad vital (CV) y el volumen residual (VR).

Los valores de volumen corriente (VC), capacidad inspiratoria (CI) y volumen de reserva espiratoria (VRE) se obtienen directamente con el espirómetro. Después, con los datos de estos tres parámetros se podrá calcular el volumen de reserva inspiratoria (VRI) y la capacidad vital (CV).

En cuanto al volumen residual (VR), este no se puede determinar con la espirometría, sino que se debe realizar una prueba complementaria. La más utilizadas son la técnica de dilución de gases y la plestimografia corporal. Una vez se consigue el valor de volumen residual, ya se podrá proceder al cálculo de la capacidad residual funcional (CRF) y de la capacidad pulmonar total (CPT).

Figura 1: Representación gráfica espirometría simple

Espirografía simple

2 – Espirometría Forzada

  • Capacidad vital forzada (CVF): Corresponde al volumen total de aire que se expulsa al máximo esfuerzo y en el menor tiempo posible después de hacer una inhalación profunda. Valores bajos podrían apuntar a un problema en los pulmones. Esta capacidad está altamente desarrollada en atletas, quienes suelen presentar valores más altos que la media.
  • Volumen máximo espirado en el primer segundo (VEF-1): Cantidad de aire que los pulmones espiran en el primer segundo de una espiración forzada. Un valor bajo es indicativo de obstrucción de las vías aéreas.
  • Relación VEF-1/CVF: También conocido como índice de Tiffeneau, indica cuál es el porcentaje de aire que se expulsa en el primer segundo respecto el volumen total espirado. Se calcula a través de la siguiente fórmula: (VEF-1/CVF x 100%)
  • Flujo espiratorio forzado entre el 25 y el 75% (FEF25-75%): Corresponde al tiempo que se tarda en expulsar entre el 25 y el 75% del volumen total espirado. Se expresa como la media de flujo de aire o velocidad, es decir, la cantidad de aire exhalado por segundo (litros/segundo). Por ejemplo, si una persona expulsa 4 litros de aire, el 25% corresponde al tiempo que tarda en expulsar un litro, mientras que el 75% es el tiempo que tarda para 3 litros. Sirve para detectar problemas en las vías aéreas pequeñas.
  • Flujo espiratorio máximo (FEM): También llamado Peak-flow (PEF), hace referencia a la máxima velocidad (litros/segundo) que alcanza el flujo de aire a lo largo de toda la espiración forzada. Depende principalmente del esfuerzo realizado. Es un parámetro muy útil para comprobar si los pulmones tienen la capacidad de pasar aire a través del cuerpo y determinar posibles obstrucciones de las vías respiratorias.

El software informático se encarga de representar gráficamente estos valores a través de una curva volumen-tiempo (aporta los valores de CVF y VEF-1) y otra de flujo-volumen (se obtiene el valor de FEM/Peak Flow y el flujo de aire correspondientes al 25-75% de volumen expulsado).

Por otra parte, estas curvas también sirven para saber si la prueba ha sido bien realizada o no. Por ejemplo, si el espirómetro sufre una fuga de aire, la curva de la gráfica volumen-tiempo tiende a descender. En caso de que el esfuerzo realizado sea insuficiente, la curva flujo-volumen tiende a sufrir una caída muy rápida.

Tabla de valores de referencia

Tras la medición de cada parámetro, el siguiente paso consiste en comparar los datos obtenidos con los valores medios para la población. En las dos siguientes tablas te mostramos el valor de referencia para cada parámetro en población adulta sana, tanto en hombres como en mujeres. ¡Échales un vistazo!

Tabla 1: Valores normales para adultos sanos en espirometría simple

Tabla 2: Valores normales para adultos sanos en espirometría forzada

Aparte de la edad y el sexo, los valores de referencia pueden variar según el lugar de origen de la población estudiada, el grupo étnico, la altura o el peso del individuo.

Interpretación de la espirometría

Después de medir todos los datos y realizar la posterior comparación con los valores normales, el médico se encargará de dar el resultado final de la prueba. Para ello, teniendo en cuenta que el protocolo espirométrico se suele realizar un mínimo de dos veces, siempre se seleccionarán los valores más altos obtenidos. 

como interpretar la prueba

La espirometría se dará como no válida si existen diferencias muy grandes entre los dos mejores valores de un parámetro.

Así pues, los resultados de la espirometría pueden encontrarse dentro de los parámetros normales o bien mostrar una serie de desviaciones que se relacionan con un patrón de alteración espirométrico específico. En una espirometría forzada se pueden observar los siguientes tres patrones:

Patrón obstructivo

Una espirometría obstructiva se caracteriza por presentar un valor VEF-1/CVF más bajo de lo normal debido a una disminución del VEF-1. La CVF es completamente normal (o ligeramente disminuida) y la FEF25-75% está disminuida. Esto quiere decir que la capacidad pulmonar de la persona es normal pero que tiene dificultades para expulsar el aire.

En las formas más graves, puede haber un mayor descenso de la CVF provocando que el cociente VEF-1/CVF sea normal. En cuanto a la curva flujo-volumen, se puede observar una pequeña concavidad en su tramo descendiente. Algunas de las enfermedades obstructivas más frecuentes son:

  • EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica): puede presentarse en forma de bronquitis crónica o enfisema pulmonar, ambos irreversibles.
  • Asma: se caracteriza por una inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias. Es reversible. Para realizar su diagnostico se realiza el test de broncodilatación, que consiste en repetir la espirometría pero administrando un fármaco broncodilatador antes de realizarla.
  • Obstrucciones localizadas: causan alteraciones menores en el interior de una vía respiratoria o en su pared. Suelen localizarse en la tráquea o los bronquios.

Patrón restrictivo

El patrón espirométrico restrictivo (o no obstructivo) se caracteriza por una disminución tanto de la CVF como de la VEF-1, hecho que implica que los valores de FEV1/FVC sean normales. Esto quiere decir que la relación entre ambos parámetros se mantiene, pero se expulsa menos volumen de aire en cada espiración. La curva flujo-volumen tiene una forma muy parecida a una espirometría normal pero mucho más pequeña, hecho que implica una FEM muy reducida.

Las enfermedades restrictivas afectan a la capacidad de inhalar o inspirar, provocando que la persona no puede expandir los pulmones completamente y tenga una menor capacidad pulmonar en general. Estas son algunas de las patologías más comunes:

  • Fibrosis pulmonar: se da una substitución del tejido funcional del pulmón por tejido fibroso.
  • Derrame pleural: acumulación de líquido entre las capas de tejido que recubren los pulmones.
  • Neumotórax: entrada de aire en el espacio interpleural que causa un colapso pulmonar y una gran dificultad para respirar.
  • Neumonía: Inflamación del pulmón causada por una infección bacteriana en el interior de los alveolos.

Patrón Mixto

En una espirometría con patrón mixto se da una combinación de las alteraciones ventilatorias restrictivas y obstructivas. Se caracteriza por una disminución de CVF, VEF-1 y VEF-1/CVF. La curva de flujo-volumen muestra una forma muy parecida al patrón obstructivo con un FEM notablemente reducido.

En algunas ocasiones los valores de una espirometría forzada y los patrones obtenidos no son suficientes para diferenciar un trastorno obstructivo de un restrictivo, por lo que es necesario también conocer los valores de capacidad pulmonar total (CPT) y volumen residual (VR) obtenidos a partir de una espirometría simple.

En una alteración de tipo obstructivo la CPT es normal y la VR suele encontrarse aumentada. En cambio, en las alteraciones restrictivas tanto la CPT como la VR se ven disminuidos.

Espirometria

La espirometría es una excelente prueba para evaluar el estado funcional de los pulmones y diagnosticar ciertas enfermedades del sistema respiratorio. Por este motivo, toda persona que se dedique al running o a la práctica de deporte en general deberá someterse a esta prueba no solo para evaluar el estado funcional de sus pulmones, sino también para descartar cualquier alteración que ponga en riesgo su salud deportiva.

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