¿En qué consiste el masaje turco? ¿Cuáles son sus beneficios?

La tradición romana de los baños públicos (los actuales SPAs), se expandió al ritmo de las conquistas del Imperio, aunque tras su caída, con las nuevas tradiciones culturales que se fueron incorporando, paulatinamente desaparecieron. Una excepción a esta regla se observa en la actual Turquía, que pasó a manos del Imperio Bizantino que, tras haber sido cristiano, se convirtió al Islam.

En un sentido amplio, en todas las ciudades musulmanas se hacía uso de los baños públicos ya que, según su texto sagrado, el Corán, el cuerpo y el alma se deben mantener muy limpios y Bizancio, la capital del imperio y actual Estambul, no fue en este sentido una excepción.

Durante la invasión otomana aquellos baños, tan esenciales en la vida diaria de los bizantinos, fueron transformados en lugares más complejos y numerosos, los llamados hamam; en el siglo XIX, solo en Estambul, se contaban 200 baños turcos. También se construyeron en Europa y otras ciudades europeas, en Oriente Medio y en el norte de África; aprovechando en muchas ocasiones las fuentes de aguas termales de los diferentes lugares para crear baños curativos.

Así fue como en esos lugares, a la misma vez que recibías un baño también se empezaron a llevar a cabo masajes que incitaban más a la relajación y el bienestar del cuerpo en general. Al igual que las técnicas de Bambuterapia, esta masaje está más dirigido a la mejora física y estética.

Masaje Turco

¿En qué consiste el baño turco?

El ritual del baño turco, durante siglos y hasta el día de hoy, consta de varios procedimientos de purificación del cuerpo: sauna, baños de agua caliente, exfoliación, enjabonado y masaje. Estos tres últimos los realizan asistentes profesionales los tellak y las natir, que han sido entrenados rigurosamente durante años; algunos, incluso, desde su adolescencia.

En ocasiones, y sobre todo antiguamente, esta respetada profesión se transmitía de padres a hijos.

Los establecimientos donde se realizan les operaciones de limpieza corporal son un paraíso para sus pacientes: su temperatura agradable permite llevar únicamente un peshtemal o pañuelo alrededor del cuerpo y la humedad cálida abarca todos los espacios creando un ambiente confortable para el organismo. Pero no solo el efecto del agua resulta beneficioso: también su estructura, con amplias estancias y formas geométricas, típicas del arte otomano, convierten estos establecimientos en lugares ideales para la relajación del cuerpo y del espíritu.

Beneficios del masaje turco

La serie de tratamientos corporales, exfoliación, baño y masaje, proporciona en primer lugar la eliminación de células muertas de la piel y de las toxinas del organismo, a la vez que propicia la relajación profunda y la tonificación muscular.

La exfoliación y el baño actúan también como masaje, pues el asistente arrastra y fricciona la esponja y el guante exfoliante contra el cuerpo del paciente, y esta acción, realizada con pericia, tiene los mismos efectos que el amasamiento posterior.

Se une a esta serie la fase precedente en sauna, que también activa y limpia el organismo ya que ayuda a eliminar las toxinas a la vez que alivia las tensiones corporales a través del calor.

En conclusión, el tratamiento corporal del baño turco multiplica los beneficios de su masaje.

Todo lo que necesitamos saber sobre el masaje Turco

Seguro que habíais oído lo de las termas cientos de veces e incluso seguro que habéis ido alguna vez a los famosos Spa donde habréis recibido salas con baños de agua fría y caliente, con chorros para masajear la piel, saunas, salas de frío, etc. Además puede que hasta os hayáis dado un masaje para culminar con la sesión. Pues es de este último paso del que vamos a hablar a continuación:

Los materiales y herramientas necesarias

Los tellak y las natir suelen masajear solo con las manos, aunque a veces emplean los pies para comprimir los músculos con más fuerza y sin cansar su espalda y cuello.

Estos asistentes también bañan y exfolian a los pacientes y para ello sí que emplean objetos de baño: un jabón, normalmente hecho con aceite de oliva; un cepillo fabricado con fibras de palmeras datileras; guantes exfoliantes y esponjas turcas, que son saquitos porosos llenos de aire, agua y jabón.

Preparación del paciente

Antes de comenzar la sesión, el paciente descansa en la sauna del hamam durante unos veinte minutos como mínimo. Cuando el terapeuta llama al paciente, este ya tiene los músculos y los poros preparados para recibir las fricciones exfoliantes y el masaje.

Como el ambiente es lo suficiente cálido, no es necesario emplear una manta para evitar que el cuerpo se enfríe; en todo momento lo único que usará el paciente será el peshtemal.

Masaje Turco

Preparación de la habitación

El masaje turco no se realiza en una habitación convencional y sobre una camilla profesional sino sobre una losa de mármol amplia y caliente, que sirve de base al cubículo del hamam.

En cuanto a la iluminación del lugar, tradicionalmente la luz provenía de la calle que se filtraba a través de unas ventanillas en el tejado del baño, pero actualmente es habitual el empleo de iluminación artificial. En cualquiera de los casos, la cantidad de luz no es un factor significativo como lo podría serlo en otro tipo de masajes específicamente relajantes como por ejemplo el Tibetano u otros, para los que se recomienda luz tenue.

Cómo llevar a cabo una sesión de masaje Turco

A continuación se describen los servicios que ofrecen habitualmente los hamam. Por lo general se dan en la secuencia que se explica en este apartado, y las variaciones que pueda haber entre un establecimiento y otro están relacionadas con el número de instalaciones que poseen.

Una vez tumbado sobre la superficie de mármol caliente, el paciente recibe en todo el cuerpo una fricción practicada con un guante exfoliante cuyo objeto es eliminar las células muertas de la piel.

La acción revitalizante de la fricción activa la circulación; por ello, antes de que el cuerpo se sienta cansado por este trabajo enérgico, el asistente lo baña con abundante agua a fin de eliminar los residuos cutáneos que hubieran podido quedar.

Inmediatamente después, el tellak o la natir efectúa un masaje completo de la parte posterior y anterior del cuerpo, en ese orden, así como de los miembros superiores e inferiores. Este masaje consiste en amasamientos, deslizamientos y estiramientos pasivos mediante movilizaciones.

El ritmo del masaje turco es siempre vigoroso y la presión suele ser de media a profunda, por lo cual resulta muy energético.

Por último, el masajista aplica una espuma producida con su cepillo y el jabón de aceite de oliva por la mayor parte de la superficie corporal. También le lava la cabeza al paciente y le invita a sumergirse en un baño de agua fría para concluir la sesión.

Contraindicaciones

Las características peculiares de este masaje, en el cual el agua es un elemento que está presente en casi todo momento, hace que esté contraindicado para personas diabéticas y con problemas de circulación sanguínea, a menos que tengan un permiso expreso de su médico. También está contraindicado en personas con eccemas u otras afecciones cutáneas, sean contagiosas o no.

No es recomendable para quienes padecen afecciones coronarias o problemas de tensión arterial.

Para evitar riesgos, es aconsejable consultar cualquier duda con un médico.

Efectos secundarios

Tras una sesión de masaje turco pueden presentarse dolores de cabeza, pero más que al masaje en sí, estos se deben a la deshidratación que se produce en la sauna. Como en toda terapia que incluya el uso de calor, también en el masaje turco resulta conveniente volver a hidratar el cuerpo una vez que el trabajo haya finalizado.

Masaje Turco

Este masaje es muy relajante, y revitalizador, gracias al uso del calor se destensarán los músculos y por lo tanto se aliviarán las contracturas y otros problemas que podamos tener. A la misma ves es una técnica muy utilizada en belleza, ya que elimina todas las células muertas y las impurezas de la dermis.

Deja un comentario