Durante el transcurrir del año siempre hay tres momentos claves para apuntarse al gimnasio. Tres épocas donde los gimnasios viven su particular agosto, pues ven como una gran cantidad de usuarios consideran que el gimnasio es la mejor vía para hacer desaparecer esos kilos de más y ganar en salud y aspecto físico.
El mes de enero tras las Navidades, tras las vacaciones de Semana Santa y pensando ya en el verano para hacer la Operación Bikini y tras el verano son esos tres momentos del año que comentábamos antes.
Apuntarse al gimnasio tras las vacaciones de Navidad y las vacaciones de verano responde a una cuestión bastante obvia, perder esos kilos de más. Especialistas del Instituto Médico de Salud (IMEO) advierten que en verano se pueden engordar entre 3 y 5 kilos por persona. Por su parte, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) mantiene que la ganancia de peso tras el periodo navideño se fija habitualmente entre los 2 y los 4 kilos por persona.
Apuntarse al gimnasio tras la Semana Santa o cuando quedan pocas semanas para que llegue el verano no responde sin embargo al mismo motivo que los dos casos anteriores. En esta situación, muchas personas deciden inscribirse al gimnasio para hacer la llamada «Operación Bikini», es decir, «pulir» su cuerpo y ponerse en forma para que cuando llegue el verano su aspecto físico y su apariencia sea más atractiva.
El abandono en los gimnasios
Todos sabemos lo difícil que es hacer actividad física como parte de un estilo de vida y no como obligación. Sabemos que el ejercicio nos cambia el humor, nos ayuda a dormir mejor y disminuir el estrés. Somos conscientes de que mantener un estilo de vida activo nos ayuda a mantener la salud, pero no siempre lo cumplimos.
Un estudio de la empresa argentina especializada en fitness Body Systems afirma que el promedio de rotación de los socios en un club o centro deportivo es altísimo. Seis de cada diez personas que se matriculan en los gimnasios no superan los tres meses de permanencia.
Las causas de estos abandonos múltiples son muy numerosas y están estudiados por psicólogos deportivos y especialistas en recursos humanos de clubes y gimnasios. En la actualidad, a no ser que una persona esté ampliamente motivada, todos necesitamos de un alto grado de motivación. Esto se traduce en que la actividad física termina siendo impuesta y se torna en aburrida.
También abundan los profesores que sólo se interesan por las actividades que ellos dominan, y no muestran suficiente empatía con la mayoría de los usuarios de los gimnasios. Si a esto le sumamos cierta indiferencia e ignorancia por parte de los entrenadores personales, el cóctel explosivo para abandonar el gimnasio ya está listo.
Para evitar este abandono prematuro y para animar a la gente a practicar ejercicio físico, os ofrecemos algunos consejos básicos para empezar el gimnasio.
¿Qué necesitamos para empezar bien en el gimnasio?
Un entrenador personal para conseguir una rutina
Los monitores de gimnasio son los responsables de indicar a los usuarios cómo han de realizarse los ejercicios y mantienen las instalaciones en buen estado. Habitualmente los monitores van a su boda, si quieres que tu entrenamiento sea correcto, acércate a uno de estos monitores y pídele que te introduzca en un plan específico.
Dependiendo del caché del gimnasio y de la voluntad del propio monitor, su actividad se limitará a ofrecerte una hoja de ejercicios básica o bien se preocupará más por ti y valorará a fondo tu capacidad física y te animará a ir superando retos.
Debemos dejar claro que muchos monitores o entrenadores personales apenas tienen idea de lo que están recomendando, pero en este caso ocurre como en otras situaciones, hay profesionales más válidos y otros que pecan de apatía. Un buen entrenador personal que vaya midiendo y controlando tu rendimiento es fundamental para conseguir objetivos y que no abandones el gimnasio.
Cada persona va a su aire
Mucha gente tiene la falsa idea de que en el gimnasio se va a sentir observada, que el resto de usuarios va a estar pendiente de ellos. Esto no es así, si te quieres apuntar al gimnasio, hazlo, nadie va a estar mirándote a ver cómo haces tal y cual ejercicio, no pienses que el resto de usuarios están cuchicheando sobre tu apariencia.
Lo que sí puede ocurrir es que hagas ejercicios mal o llegues incluso a rozar el absurdo de intentar ejercicios avanzados sin tener ni idea, pareciendo un pato mareado. En esos casos, los propios monitores te aconsejarán o te advertirán de tus errores.
Abandona tus miedos, en los gimnasios la gente va a su aire, a hacer sus ejercicios y apenas se paran a mirar a otras personas. No te agobies ni pienses que vas a hacer el ridículo, ni siquiera en las clases grupales.
Constancia y dedicación
Otro de los errores más comunes cuando la gente se inscribe en los gimnasios es que sufren el llamado «efecto gaseosa», es decir, comienzan con mucha fuerza, yendo muchos días y varias horas, pero después abandonan y dejan de ir al gimnasio.
Esto es contraproducente, sobre todo si se trata de personas que no están en una forma física suficiente. La realidad es que basta con ir 3 o 4 días a la semana, y hacer 1 hora de ejercicio cada día, al menos durante los primeros meses.
Equipamiento básico
Este último consejo está muy relacionado con uno anterior, el de despreocuparse por el resto de usuarios e ir a tu bola. Aunque en el gimnasio cada persona haga lo que le plazca, lo cierto es que sí es fundamental contar con un equipamiento básico.
Resulta imprescindible llevar una toalla para secar el sudor y para ponerla encima de las máquinas de ejercicios; hidratarse en todo momento, beber mucha agua; ropa y material deportivo cómodo (zapatillas deportivas, camisetas, tops, shorts, guantes…).
Si te vas a duchar en el gimnasio, no pueden faltar objetos de higiene personal, ropa interior limpia, una toalla seca y unas chanclas para evitar posibles infecciones por hongos.
Estamos seguros de que atendiendo estos consejos, que como ves son bastante sencillos, si te apuntas al gimnasio seguro que puedes superar esas barreras del primer mes o los primeros tres meses.