Desde tiempos remotos, el ser humano ha recurrido a la alimentación saludable y la medicina natural para prevenir y tratar una gran variedad de afectaciones y enfermedades de diversa índole.
El caso es que si bien hace unos años se cuestionaba la efectividad de este tipo de medicina, en la actualidad existen múltiples evidencias científicas que demuestran los efectos beneficiosos de los remedios naturales, de modo que cada vez hay más gente y expertos que respaldan su utilización como alternativa a los fármacos y a la medicina convencional.
Un ejemplo de esta tendencia son los antiinflamatorios naturales, cuya efectividad ha sido ampliamente estudiada a la hora de tratar uno de los problemas más recurrentes en el transcurso de cualquier enfermedad: la inflamación. Así que nos hemos puesto manos a la obra para contarte cuáles son los Antiinflamatorios Naturales: Descubre los Mejores.
La inflamación es una respuesta innata llevada a cabo por el sistema inmunitario que tiene lugar cuando se produce una lesión en una célula, tejido u órgano. Sus principales síntomas son la presencia de hinchazón, rigidez, enrojecimiento de la zona, calor y estimulación de las terminaciones nerviosas que provocan el dolor.
La inflamación puede ser causada por agentes patógenos, como virus, bacterias, hongos, por radiación, agentes químicos, golpes, cortes o por lesiones en estructuras corporales, en músculos, tendones, huesos, cartílagos…etc.
Y es que a pesar de que los síntomas inflamatorios pueden llegar a ser muy molestos y desagradables para la persona, la inflamación normalmente no es perjudicial para el organismo puesto que es un mecanismo de defensa que actúa localizando y eliminando el tejido dañado con la finalidad de que el cuerpo pueda empezar a recuperarse después de sufrir una lesión o infección.
El problema empieza en el momento en que la inflamación deja de ser aguda y se convierte en crónica, de modo que el dolor no desaparece y, entonces, los síntomas persisten durante meses, años o incluso toda la vida. Lo mismo sucede cuando la inflamación es muy dolorosa o afecta a zonas muy amplias del cuerpo.
Por esta razón, a continuación te propondremos qué alimentos antiinflamatorios tienes para combatirla eficientemente, sin tener que tomar medicamentos. ¿Te interesa?,¡aquí va nuestra lista con los mejores!.
Los mejores antiinflamatorios naturales
1. Plantas, hierbas y especias aromáticas
Cúrcuma
Sin duda alguna, la cúrcuma es uno de los alimentos con mayor poder para reducir la hinchazón que se conocen. Esta famosa especia, nativa de Asia del Sur, se caracteriza por su color marrón oscuro y un sabor con toques de naranja y jengibre. Sus propiedades desinflamatorias son proporcionadas por uno de sus compuestos activos, la curcumina.
Numerosos estudios hechos en humanos han demostrado que la cúrcuma no es tóxica para el organismo en altas dosis y que tiene una alta actividad contra la inflamación ya que inhibe diferentes moléculas que participan en la generación de la respuesta inflamatoria, entre ellas las prostaglandinas.
La cúrcuma suele utilizarse como condimento en platos de pasta, arroces o sopas. También se puede utilizar con curry o bien mezclarlo con un par de cucharadas soperas de miel para darle un sabor más dulce.
Romero
El romero es una hierba aromática y medicinal muy habitual en la gastronomía mediterránea. Se trata de uno de los mejores antiinflamatorios naturales para articulaciones. Esto es debido al ácido ursólico que contiene, una sustancia muy efectiva contra las infecciones que afectan a los cartílagos y las articulaciones.
La mejor opción para incorporar el romero en una dieta antiinflamatoria es a partir de infusiones con agua hirviendo, aunque también se puede consumir como condimento en muchos platos ya que aporta un sabor muy agradable a las comidas.
Jengibre
Esta particular raíz ha sido ampliamente utilizada como planta medicinal en las culturas orientales desde hace miles y miles de años.
Algunos estudios, apuntan que la toma de 250 mg de jengibre es tan eficaz como 400 mg de ibuprofeno o 200 mg de ácido mefenámico para reducir el dolor que se da en las menstruaciones más complicadas.
Si quieres una aportación de jengibre en tu alimentación, lo más cómodo es consumir infusiones. Por otra parte, también tienes la alternativa de utilizarlo como tratamiento tópico y aplicarlo directamente en la zona inflamada.
Sauce
La salicina de sus hojas – un compuesto muy parecido al ácido acetilsalicílico de la aspirina – es un fuerte analgésico que sirve tanto para tratar el dolor articular como para luchar contra la fiebre de los estados gripales. La principal diferencia respecto la aspirina es que al ser 100% natural no ataca al estómago.
La salicina del sauce se utilizaba como principio activo de la aspirina antes de que esta pudiera ser sintetizada químicamente a finales del siglo XIX.
Un remedio rápido es prepararse las hojas de sauce en una infusión y, después, beberla o aplicarla con la ayuda de un paño en las zonas con más dolor.
Cardamomo
El cardamomo es una planta de la familia del jengibre que tiene una gran tradición en la cocina india y que es utilizada principalmente como infusión antiinflamatoria. Con un sabor muy característico y un sabor muy intenso, se trata de una especia que es de gran utilidad para aliviar el dolor, especialmente en las membranas mucosas, la boca y la garganta.
Por si fuera poco, el cardamomo también contiene aceites esenciales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, aporta fibra para regular el tránsito intestinal, tiene propiedades diuréticas e incluso tiene efectos estimulantes para el sistema nervioso central.
Linaza
También conocido como lino, las semillas de esta planta herbácea tienen propiedades para rebajar la inflamación, por su alta concentración en ácidos grasos omega-3, en especial el ácido alfa linolénico (ALA), el cual es muy eficaz para reducir la inflamación de tipo crónico, sobre todo a nivel articular.
Puedes encontrar lino a precio asequible en tiendas especializadas en remedios naturales o incluso en las farmacias. Se recomienda una dosis diaria de 20-30 gramos (un par de cucharadas), ya sea a través de un consumo directo o como aliño para las ensaladas.
Canela
La canela, un condimento muy apreciado en cualquier cocina del mundo, es una especia que se obtiene a partir de la corteza interna de las ramas de los canelos. Su poderosa acción antiinflamatoria y su magnífico sabor la convierten en un alimento ideal para elaborar infinidad de recetas antiinflamatorias, desde postres caseros hasta infusiones y cafés.
Eso sí, hay que extremar las precauciones porque una dosis superior a 6 gramos diarios durante más de 6 semanas puede desencadenar una respuesta alérgica en algunas personas.
Grosellero negro
El grosellero negro (o zarzaparrilla negra) es una planta medicinal de gran utilidad para tratar las reacciones inflamatorias que se dan en los procesos reumáticos. Esto es posible gracias a los flavonoides presentes en las hojas aromáticas del arbusto, unos compuestos bioactivos que son capaces de estimular la producción de una serie de moléculas que reducen el hinchazón.
Asimismo, el grosellero negro contiene otras sustancias desinflamatorias como la vitamina C – triplica la concentración que hay en las naranjas- o las antocianinas, un flavonoide que se localiza en el fruto de la planta y que le proporciona su color negro característico.
Si quieres beneficiarte de sus efectos, te aconsejamos consumir un vaso de zumo de grosella cada mañana o preparar una infusión con sus hojas.
Laurel
Otro remedio muy efectivo para el reumatismo es el laurel. Las sustancias bioactivas de sus hojas ayudan a reducir significativamente las concentraciones de moléculas proinflamatorias. Por ejemplo, se cree que el laurel va muy bien para tratar el dolor de ciática o los esguinces de tobillo.
La manera más fácil de consumir laurel de forma diaria es incorporándolo en tus platos como condimento. Otra opción es preparar una infusión de hojas con agua caliente y aplicártela directamente sobre la zona afectada. En las tiendas especializadas en productos naturales también encontrarás aceites esenciales de laurel para uso tópico.
Tila
La tila es uno de los remedios naturales más eficaces contra los nervios. Ahora bien, ¿sabías que también posee una acción antiinflamatoria destacada?.
Los flavonoides presentes en las hojas de la tila son desinflamatorios y que, además, no causan aparentes problemas de toxicidad a dosis de 50 mg por kilo corporal.
La gran ventaja de la tila es que es muy barata. La puedes encontrar en cualquier supermercado o tienda especializada. Se recomienda la toma de 1-2 infusiones diarias.
Cola de caballo
Otra de las grandes infusiones antiinflamatorias que no puede faltar en esta lista es la cola de caballo. Se trata de una planta que tiene propiedades adelgazantes y diuréticas, además de aportar una gran cantidad de minerales y vitaminas.
Su precio es muy económico. La puedes encontrar en farmacias o herboristerías en forma de comprimidos o a través de infusiones. Eso sí, su consumo no debería superar las 2-3 infusiones semanales, puesto que contiene una enzima llamada tiaminasa que puede causar un déficit de vitamina B.
2. Frutas y verduras antiinflamatorias
Frutos rojos
Los frutos rojos son un tipo de frutas que destacan por su alto contenido en vitamina C y antocianinas, dos moléculas que les otorgan una gran capacidad para reducir la inflamación. Los arándanos, las frambuesas, las moras, las fresas, las grosellas o las zarzamoras son algunos de los más conocidos.
Las antocianinas son unos compuestos de tipo flavonoide con un alto poder antioxidante. Entre las diferentes ventajas de los frutos rojos cabe destacar que se pueden incorporar en todas las comidas del día, ya sea en el desayuno, la merienda o en el postre de la comida principal.
Limón
Apreciado por su eficacia contra los resfriados y el sistema inmune en general, el limón también es una gran fruta antiinflamatoria. La respuesta la encontramos en las altas concentraciones de ácido ascórbico (vitamina C) que contiene y en los bioflavonoides presentes en su piel y en sus partes blancas.
Por otra parte, tampoco se puede pasar por el alto el papel del ácido cítrico en la inflamación dado que este actúa disminuyendo la acidez del cuerpo, como la que provoca el ácido úrico en las articulaciones, una de las principales causas de dolor e hinchazón en estas zonas.
Se recomienda consumir el limón mezclando su jugo con un vaso de agua tibia. Si quieres aprovechar los flavonoides, no te olvides de rallar un poco la piel o las partes más blancas de la fruta. En todo caso, se pueden realizar numerosas recetas de limonadas antiinflamatorias muy saludables y sabrosas.
Se pueden añadir otros alimentos como jengibre, menta, semillas de chía…Y sobre todo, el limón siempre debe ser natural, nunca embotellado.
Uvas
Si eres un consumidor asiduo de uvas, probablemente eres de los que desecha las semillas o elige variedades de la fruta sin ellas. Pues bien, debemos decirte que excluyendo las semillas estás desaprovechando uno de los beneficios más destacados de esta fruta: su capacidad para disminuir la inflamación.
Las semillas de uva son muy ricas en un flavonoide conocido como proantocianidina, una sustancia antioxidante que afecta al proceso antiinflamatorio inhibiendo la liberación del óxido nítrico, un potente activador de la respuesta llevada a cabo por el sistema inmunitario.
Así pues, solo se trata de seguir comiendo uvas pero aprovechando las semillas. Si no quieres comerte las uvas con ellas, es tan fácil como separarlas mientras preparas la fruta y colocarlas directamente en alguna ensalada o plato para darle un toque dulce.
Cerezas
Diversos estudios científicos han establecido que la cereza tiene un gran potencial como desinflamatorio muscular. Igual que los frutos rojos, las cerezas contienen una alta concentración de antocianinas, muy efectivas en los procesos dolorosos que cursan con hinchazón.
Además, se trata de una fruta muy rica en antioxidantes, vitamina C y quercetina, una enzima que combate los radicales libres relacionados con la inflamación crónica.
Aguacate
No hay duda de que a día de hoy el aguacate es una de las frutas de moda. Su composición única en grasas saludables lo convierte en un alimento exquisito para una gran variedad de platos. Ahora bien, dichas grasas no solo son interesantes desde el punto de vista nutricional, sino que también tienen un gran valor como moléculas antiinflamatorias. Es el caso del ácido oleico, un ácido graso insaturado que disminuye los niveles de proteína C, uno de los principales marcadores de la inflamación.
Incorporando el aguacate en tu dieta, también te beneficiarás de altas concentraciones de vitaminas (B, C y K), fibra, ácido fólico, potasio y algunos minerales. En definitiva, un alimento imprescindible si quieres llevar a cabo una vida saludable.
Papaya
El secreto de esta fruta se esconde en la papaína, una enzima que se halla abundantemente en su pulpa y que se utiliza mucho en la medicina natural como remedio antiinflamatorio.
Por otra parte, también se ha visto que el consumo de sus semillas puede ayudar a combatir procesos infecciosos bacterianos, como los causados por Salmonella o algunos estafilococos.
Pero por encima de todo, la papaya te aportará una buena cantidad de beta-caroteno, una de las mejores sustancias antioxidantes que se pueden encontrar en la naturaleza. Y si tienes problemas de digestión o estás pasando por un proceso vírico intestinal, pocos alimentos son tan digestivos como la papaya.
Brócoli
El brócoli, considerado un superalimento, es una verdura de la familia de las crucíferas que destaca por su poder anticancerígeno y antioxidante. Su variada composición – contiene principalmente vitaminas, flavonoides y carotenoides – le concede un papel único en la lucha contra los procesos inflamatorios.
Su capacidad para rebajar la inflamación se debe principalmente a los isotiocianatos que contiene, aunque también se ha visto como la vitamina E o la quercetina pueden ayudar a reducir los procesos de hinchazón al impedir la liberación de moléculas proinflamatorias como las citocinas.
De este modo, la suma de los efectos de cada sustancia hacen que el brócoli sea un alimento muy adecuado para reducir el estrés oxidativo del cuerpo y prevenir la inflamación crónica. Aparte del brócoli, se han encontrado efectos parecidos en otras verduras crucíferas como las coles de Bruselas o las coles rizadas. Se recomienda su ingesta 3 veces a la semana.
Ajo
Debido a su fuerte y característico sabor, el ajo es una hortaliza muy apreciada como condimento en muchos platos de la cocina mediterránea. Pues bien, algunos estudios parecen indicar que el ajo también puede rebajar la inflamación muscular gracias a su alto contenido en alicina, una sustancia azufrada que podría reducir el daño muscular inducido por el ejercicio.
La alicina del ajo disminuye la cantidad de líquido que se acumula en las articulaciones provocando una reducción del dolor y la inflamación.
No obstante, el consumo de ajo tiene un problema muy evidente: el mal aliento de boca. Por este motivo, si quieres incluirlo en tu dieta antiinflamatoria puedes preparar infusiones mezclándolo con otras hierbas o plantas – por ejemplo el jengibre – o, sino, tienes la opción de comprar cápsulas con alicina que contienen extractos de ajo inodoros.
Apio
El apio es una de las hortalizas más saludables que se conocen. Su lista de beneficios impresiona: sedante, diurético, antibacteriano, antioxidante, analgésico, laxante… y, como no podía ser de otra manera, consigue minimizar la hinchazón, una propiedad que se da gracias a los aceites esenciales de sus semillas y a la gran cantidad de flavonoides que contiene.
Y es que consumiendo apio te estás beneficiando de un aporte extra de vitaminas A, B1, B2, B6, B9, C y E; minerales como el sodio, el azufre o el silicio y fibra alimentaria. Un alimento que te dará un toque aromático y crujiente a cualquier sopa o ensalada que quieras preparar.
El apio es un alimento que puede dar lugar a fuertes reacciones alérgicas. Cerciórate de que no eres alérgico y, si no lo eres, evita consumir grandes cantidades.
Tomate
Los tomates son una hortaliza muy abundante en licopeno, un pigmento natural antioxidante de su piel que es muy efectivo para reducir la respuesta inflamatoria. De hecho, el licopeno es una sustancia que podría ser eficaz para luchar contra la inflamación vinculada con los procesos cancerígenos.
Por otro lado, comiendo tomate obtendrás un extra de vitamina A, vitamina C, vitamina K o minerales como el potasio y el magnesio. Y por último, un dato muy interesante: preparar los tomates con aceite de oliva incrementa la absorción del licopeno por parte del organismo.
Pimientos y chiles
Sorprendentemente, los pimientos y los chiles tienen diversas sustancias con efectos antiinflamatorios. Una de las más efectivas es la capsaicina, un componente que inhibe específicamente algunas de las vías más importantes implicadas en la inflamación.
Los pimientos también contienen altas concentraciones de quercetina – te hemos explicado su mecanismo de acción en las cerezas y el brócoli – y el ácido sinapínico, muy común en diferentes variedades del pimiento y del cual se han demostrado propiedades antiinflamatorias.
Remolacha
Su característico color rojo se debe a la betalaína, un fitonutriente con poder antioxidante y desinflamatorio que previene y trata la inflamación crónica puesto que se encarga de eliminar los radicales libres.
Si incluyes la remolacha en tu dieta, también tendrás una importante aportación de magnesio y potasio, dos minerales fundamentales para mantener el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Otro beneficio muy destacado de la remolacha que guarda relación con sus propiedades desinflamatorias es su capacidad quimio-preventiva, es decir, previene y/o retrasa la aparición de células cancerígenas.
¿En qué consisten los antiinflamatorios naturales?
Conocemos como antiinflamatorios naturales todos aquellos alimentos, plantas, hierbas y suplementos con propiedades desinflamatorias y medicinales destinados al consumo humano que se han extraído directamente de la naturaleza y que apenas han sido procesados a nivel industrial.
Durante los últimos años ha habido un auge en la popularidad y consumo de estos alimentos y, por este motivo, cada día hay más defensores de los beneficios que aporta seguir una dieta antiinflamatoria en la prevención y el tratamiento de los procesos antiinflamatorios.
Y es que algunas de las sustancias naturales que encontramos en los alimentos, como los ácidos grasos omega-3 o la vitamina C, suponen una alternativa muy seria a los tradicionales fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los cuales suelen ser el tratamiento de elección por parte de los médicos a la hora de reducir la inflamación y el dolor.
Todo se resume en una cuestión de salud, puesto que los alimentos antiinflamatorios tienen la gran ventaja de que no generan tanta toxicidad en el organismo ni tienen tantos efectos secundarios como los fármacos.
La toma abusiva de algunos fármacos AINE (ibuprofeno, aspirina o naproxeno, entre otros) pueden causar efectos adversos graves como hemorragias intestinales, infartos o daño renal.
También cabe destacar que los alimentos antiinflamatorios no solo actúan reduciendo la respuesta inflamatoria, sino que también pueden tener propiedades antioxidantes, aportar minerales y vitaminas para fortalecer el organismo o incrementar las defensas contra los agentes infecciosos.
Ya conoces por fín, al completo la información acerca de los Antiinflamatorios Naturales: Descubre los Mejores, ahora…¡sólo queda ponerlo en práctica y cuidar mucho de nuestra salud!.