El Secreto de los Masajes y su práctica
Se entiende como un método de curación fundamentado en la aplicación de masajes, pero el concepto es tan amplio que merece ser abordado de forma pormenorizada. Su definición completa, las técnicas o aplicaciones es lo que tratamos a continuación.
La masoterapia aúna movimientos manuales de forma metódica, enmarcados en maniobras muy cuidadas fruto de la investigación a lo largo de los años y con objetivos diversos.
Los masajes permiten que las fibras de la piel tratada y su tejido adyacente se estiren, lo que repercute en un aumento de la suavidad y la elasticidad. La mejoría se experimenta también a nivel muscular, lo que explica que la fisioterapia se alga de los masajes. Bien aplicados, alivian mucha presión en puntos conflictivos como las articulaciones, los ligamentos o los tendones.
En la zona tratada se favorece la circulación, lo que implica también al metabolismo. Y esto se traduce en la mejoría del transporte de nutrientes a través del flujo sanguíneo, y la mejor eliminación de toxinas.
Incluso el sistema nervioso se puede beneficiar de una buena sesión de masajes, a nivel central y periférico. Las terminaciones nerviosas se excitan, lo que provoca efectos en quien lo recibe: estimulante, sedante, relajante..
En qué consiste y para qué sirve: las técnicas
Según los objetivos que buscan y efectos que provocan los masajes, estos se pueden adscribir a diferentes modalidades, entrando también en juego la técnica.
Masaje circulatorio
Así pues, el masaje circulatorio es el que se corresponde con los beneficios de mejora de la circulación y eliminación de toxinas mencionados más arriba. Ocurre así porque se movilizan los líquidos corporales, consiguiendo que los nutrientes lleguen mejor a las células.
Para lograrlo, se actúa directamente sobre los vasos sanguíneos y linfáticos, a la vez que sobre las terminaciones neuromotoras de manera indirecta. El funcionamiento del corazón se ve favorecido, por lo que se recomienda especialmente cuando se tienen trastornos circulatorios.
Para la retención de líquidos, los edemas o la celulitis es muy recomendable, aunque se puede emplear para tratar otros problemas relacionados: edemas, contracturas, cefalea, migrañas, estrés, fatiga o cansancio, lesiones musculares… En cambio, está contraindicado si se tienen varices pronunciadas, fragilidad vascular, lesiones importantes en la zona a tratar o problemas de la piel, ganglios inflamados o trombosis, entre otras.
Aunque es recomendable el tratamiento profesional en caso de dolencias agudas, cualquiera puede realizarlo en casa al terminar el día, para así eliminar tensiones acumuladas, sobre todo en las piernas. Se trata de colocarlas ligeramente elevadas e ir haciendo movimientos ascendentes presionando ligeramente, sin provocar dolor ni actuar en varices o arañitas venosas. Se puede usar aceite de oliva.
Para terminar, se puede aplicar un poco de agua de romero.
Masaje relajante
En es en este apartado al que se adscriben esos masajes que tratan especialmente de armonizar el sistema nervioso, contribuyendo a la relación muscular, al buen descanso y al equilibrio entre cuerpo y mente. Aumenta la producción de endorfinas y combate el estrés, la ansiedad y otras tensiones del día a día, lo que lo hace recomendable de vez en cuando incluso cuando no se tengan molestias específicas.
Para realizarlo, se necesita una camilla y, dado el objetivo, se suele hacer uso de otros factores que influyen también en el bienestar de quien recibe el masaje, como aceites especiales, velas aromáticas o música relajante. La temperatura de la estancia, la limpieza o que cuente con una decoración adecuada también contribuyen al confort.
Así, el primer paso es aplicar el aceite en la zona a tratar, frecuentemente la espalda, después de haberlo calentado un poco con las manos. Los movimientos se basan en pases suaves, no los más bruscos propios de otras disciplinas. Se pueden hacer desde abajo hacia arriba de forma lenta, intentando que se acoplen a la respiración del paciente.
Masaje estético
La masoterapia es tan completa que también incluye el tratamiento de ciertas alteraciones estéticas del cuerpo, empleando técnicas del masaje circulatorio, el relajante e incluso modelador. El campo concentra un gran número de propuestas y alternativas, fruto del estudio continuo de aquellas que resulten efectiva. Se emplean en hombres y mujeres.
En el abdomen, los brazos, las cartucheras o los glúteos ayudan a la eliminación de grasa corporal, que suele ser difícil de eliminar incluso llevando una dieta sana y equilibrada y realizando ejercicio físico regularmente.
Los spas y centros de bienestar, por ejemplo, suelen tener un listado de servicios propios de masajes estéticos, aunque también pueden incluir los relajantes. Las líneas entre una disciplina y otra se difuminan fácilmente, puesto que la relajación y el buen descanso también aportan de forma positiva al plano estético.
Uno de los más conocidos es el masaje con piedras calientes, que descongestionan y relajan. El drenaje linfático, por su parte, estimula el sistema linfático y ayuda también a eliminar toxinas, ayudando a reducir la celulitis, las varices o el acné.
También se podrían encuadrar aquí los masajes postdepilatorios, enfocados a retirar los restos de cera, hidratar y retrasar el crecimiento del cabello utilizando los productos pensados para ello. Pero estos no son ejercidos por profesionales de la masoterapia, como masoterapeutas o quiromasajistas, ni está hecho con objetivos terapéuticos, para lo que se necesitaría supervisión médica.
Masaje para las contracturas
Es una de las facetas más conocidas de la masoterapia, y se basa en las manipulaciones realizadas sobre uno o varios grupos musculares que se hallan contracturados. Lo mejor es que los ejerza un profesional, dado que puede ocasionar molestias que hay que mejorar.
Se realiza ejerciendo una presión uniforme con toda la mano, en la zona de cuello, hombros y espalda. No se debe ejercer presión directamente sobre la columna vertebral.
Masaje deportivo
También ejercido por profesionales, se utiliza en el deporte de élite para prevenir lesiones y promover un rendimiento deportivo óptimo trabajando sobre aquellos grupos musculares que intervienen directamente en la actividad. En el caso de los futbolistas, por ejemplo, el fisioterapeuta del club configura unas rutinas generales y específicas para cubrir las necesidades particulares de cada profesional.
Así, con el masaje deportivo se pone a punto el tono y la flexibilidad de los músculos.